Los españoles, cada vez más retrasados en Matemáticas y Lengua respecto a la OCDE: la distancia se ha triplicado desde la generación de la EGB

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España es uno de los cinco países que menos ha mejorado en el nivel de competencias básicas durante las últimas décadas

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No hace falta pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor e idealizar la educación que recibimos durante nuestra infancia, pensando que supera a la que vino después. La realidad es que el nivel educativo ha aumentado a lo largo del tiempo y que los jóvenes de hoy están mejor formados que los boomers, esa generación que comienza a jubilarse ahora. Pero, al mismo tiempo, están peor preparados respecto a la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y, lo que es peor, hay una brecha entre unos y otros que es cada vez más grande.

Así lo expresa un informe sobre las competencias de distintas generaciones que forma parte del programa de investigación en socioeconomía de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie). En este trabajo, que se hace público hoy, se pone de manifiesto que la brecha de competencias básicas de la población española respecto a la media de la OCDE se ha triplicado desde la generación que se formó íntegramente con el modelo EGB. Esto significa que los que tienen entre 55 y 65 años quedan de media 6,3 puntos por debajo en Matemáticas que los que tienen esa misma edad en el resto de países desarrollados. Mientras que los que tienen de 25 a 34 años van 18,7 puntos por detrás que los mismos jóvenes en la media de la OCDE. En otras palabras, los hijos españoles llevan tres veces más retraso que sus padres respecto al resto de países. O, dicho de forma más técnica, «pese a que el nivel de competencias ha aumentado a lo largo del tiempo, la distancia con la media internacional aumenta con la juventud de la cohorte analizada».

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Los datos utilizados para este análisis proceden del Programa para la Evaluación Internacional de las Competencias de la Población Adulta (PIAAC), que evalúa el rendimiento de la población en edad de trabajar (entre los 16 y los 65 años) de 31 países y territorios en Comprensión lectora, Matemáticas y Resolución de problemas. Este informe muestra que el nivel del conjunto de la población española adulta es más bajo en España que en la media de la OCDE y ocupa una de las últimas posiciones en los tres ámbitos: Comprensión lectora (con un índice de 247 frente al promedio de 260 de la OCDE), Matemáticas (250 y 263) y Resolución de problemas (241 y 251).

Nuestro país, de hecho, se sitúa entre los cinco países de la OCDE que menos han mejorado sus competencias en las últimas décadas, junto a EEUU, Suecia, Nueva Zelanda y Eslovaquia. Mientras el resto avanza, nosotros nos estancamos.

Y es más, los autores llegan a la conclusión que los boomers consiguen las mismas competencias, incluso algo superiores (3,3 puntos más en Matemáticas que la media de la OCDE), si estudiaron hasta el mismo nivel formativo que sus compañeros de otros países. Pero eso ha cambiado y ha pasado a ser negativo para los de las generaciones que han venido después.

El investigador del Ivie Lorenzo Serrano, responsable del informe, explica que «nuestros boomers, en el sistema educativo que teníamos entonces, conseguían más que los de otros países haciendo lo mismo que ellos». «Los jóvenes españoles logran menos con los mismos años de estudio que los de la OCDE. Y nos vamos alejando, nos vamos quedando atrás en las competencias que se adquieren con los mismos años de estudio. Comparando por edades, ha habido un progreso, porque se estudia hasta más tiempo y se mejoran las competencias, pero ya no conseguimos con los mismos años de estudio competencias mejores. Sin embargo, en otros países sí que avanzan», relata este catedrático de Fundamentos de Análisis Económico de la Universidad de Valencia.

El informe responsabiliza de «la totalidad del aumento» de la brecha «a la calidad de la formación», medida como las competencias adquiridas a igualdad de nivel de estudios. Serrano dice que el avance se explica por la universalización en el acceso a la educación. En 1964 apenas un 3% de los ocupados contaba con estudios universitarios y el 92% carecía de estudios secundarios. Ahora tenemos un 98% de escolarizados en el segundo ciclo de Infantil y el doble de jóvenes de 15 a 19 años en educación superior que en la OCDE. Pero, al mismo tiempo, hay una elevada proporción de jóvenes que no pasa de los niveles inferiores (el 24% tiene como mucho la ESO, somos líderes europeos en infracualificación).

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«Esto tiene que ver con la calidad de la educación, con el clima escolar, con cómo se organiza el proceso formativo y con la formación y la selección de los profesores. En España se han realizado un montón de reformas educativas y no hay consenso en materia educativa. La educación es un proceso muy largo que necesita un esfuerzo sostenido y coherente en el tiempo, algo que no se ha producido. En otros países, como Finlandia, se ha hecho de esta forma y les ha funcionado mejor», explica este investigador.

El informe Panorama de la Educación de la OCDE advertía el mes pasado de que tenemos un alto porcentaje de adultos que no saben hacer cálculos matemáticos sencillos (el 31%, frente al 25% de media de la OCDE) o que no son capaces de entender un texto corto (el 32% frente al 27%) o que tienen bajo rendimiento en resolución de problemas (el 35% frente al 29%). El informe PIAAC añade que un universitario español tiene peor nivel (271 puntos en Lectura) que un bachiller de Finlandia (288), de Suecia (283), de los Países Bajos (274) o de Japón (274).

El informe de la Fundación BBVA y el Ivie recuerda que «el nivel de competencias de la población en edad de trabajar y la posición relativa respecto a otros países desarrollados cobran especial importancia en una economía globalizada como la actual».

Para mejorar, los autores proponen reducir el abandono escolar temprano (está en el 13%, su mínimo histórico) hasta ponerlo al nivel de otros países (la media de la UE es el 9,3%) a través de la «modernización» de los estudios de la Formación Profesional, algo que ya se está haciendo, pues esta modalidad de enseñanza tiene cada vez más demanda entre los jóvenes.

También llaman a elevar el listón en la selección de los profesores y mejorar la carrera de Magisterio, cuestiones que el Ministerio de Educación está negociando con los sindicatos educativos para reformar la profesión docente. Uno de los problemas es el perfil de los futuros maestros, que proceden del Bachillerato de letras porque no les gustan las Matemáticas -tampoco son muy aficionados a leer- y entran en la carrera con notas del instituto más bajas que los de otros grados.

El informe también menciona como un elemento importante el clima escolar, un día después de que el informe TALIS haya evidenciado que España es uno de los países de la UE con más problemas de disciplina en las aulas. Igualmente apela al «esfuerzo de los estudiantes» cuando la Lomloe o Ley Celaá, aprobada en 2020, ha fomentado un modelo de enseñanza donde se permite pasar de curso y obtener el título de la educación secundaria obligatoria sin límite de suspensos.

 

España es uno de los cinco países que menos ha mejorado en el nivel de competencias básicas durante las últimas décadas

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No hace falta pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor e idealizar la educación que recibimos durante nuestra infancia, pensando que supera a la que vino después. La realidad es que el nivel educativo ha aumentado a lo largo del tiempo y que los jóvenes de hoy están mejor formados que los boomers, esa generación que comienza a jubilarse ahora. Pero, al mismo tiempo, están peor preparados respecto a la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y, lo que es peor, hay una brecha entre unos y otros que es cada vez más grande.

Así lo expresa un informe sobre las competencias de distintas generaciones que forma parte del programa de investigación en socioeconomía de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie). En este trabajo, que se hace público hoy, se pone de manifiesto que la brecha de competencias básicas de la población española respecto a la media de la OCDE se ha triplicado desde la generación que se formó íntegramente con el modelo EGB. Esto significa que los que tienen entre 55 y 65 años quedan de media 6,3 puntos por debajo en Matemáticas que los que tienen esa misma edad en el resto de países desarrollados. Mientras que los que tienen de 25 a 34 años van 18,7 puntos por detrás que los mismos jóvenes en la media de la OCDE. En otras palabras, los hijos españoles llevan tres veces más retraso que sus padres respecto al resto de países. O, dicho de forma más técnica, «pese a que el nivel de competencias ha aumentado a lo largo del tiempo, la distancia con la media internacional aumenta con la juventud de la cohorte analizada».

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Los datos utilizados para este análisis proceden del Programa para la Evaluación Internacional de las Competencias de la Población Adulta (PIAAC), que evalúa el rendimiento de la población en edad de trabajar (entre los 16 y los 65 años) de 31 países y territorios en Comprensión lectora, Matemáticas y Resolución de problemas. Este informe muestra que el nivel del conjunto de la población española adulta es más bajo en España que en la media de la OCDE y ocupa una de las últimas posiciones en los tres ámbitos: Comprensión lectora (con un índice de 247 frente al promedio de 260 de la OCDE), Matemáticas (250 y 263) y Resolución de problemas (241 y 251).

Nuestro país, de hecho, se sitúa entre los cinco países de la OCDE que menos han mejorado sus competencias en las últimas décadas, junto a EEUU, Suecia, Nueva Zelanda y Eslovaquia. Mientras el resto avanza, nosotros nos estancamos.

Y es más, los autores llegan a la conclusión que los boomers consiguen las mismas competencias, incluso algo superiores (3,3 puntos más en Matemáticas que la media de la OCDE), si estudiaron hasta el mismo nivel formativo que sus compañeros de otros países. Pero eso ha cambiado y ha pasado a ser negativo para los de las generaciones que han venido después.

El investigador del Ivie Lorenzo Serrano, responsable del informe, explica que «nuestros boomers, en el sistema educativo que teníamos entonces, conseguían más que los de otros países haciendo lo mismo que ellos». «Los jóvenes españoles logran menos con los mismos años de estudio que los de la OCDE. Y nos vamos alejando, nos vamos quedando atrás en las competencias que se adquieren con los mismos años de estudio. Comparando por edades, ha habido un progreso, porque se estudia hasta más tiempo y se mejoran las competencias, pero ya no conseguimos con los mismos años de estudio competencias mejores. Sin embargo, en otros países sí que avanzan», relata este catedrático de Fundamentos de Análisis Económico de la Universidad de Valencia.

El informe responsabiliza de «la totalidad del aumento» de la brecha «a la calidad de la formación», medida como las competencias adquiridas a igualdad de nivel de estudios. Serrano dice que el avance se explica por la universalización en el acceso a la educación. En 1964 apenas un 3% de los ocupados contaba con estudios universitarios y el 92% carecía de estudios secundarios. Ahora tenemos un 98% de escolarizados en el segundo ciclo de Infantil y el doble de jóvenes de 15 a 19 años en educación superior que en la OCDE. Pero, al mismo tiempo, hay una elevada proporción de jóvenes que no pasa de los niveles inferiores (el 24% tiene como mucho la ESO, somos líderes europeos en infracualificación).

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«Esto tiene que ver con la calidad de la educación, con el clima escolar, con cómo se organiza el proceso formativo y con la formación y la selección de los profesores. En España se han realizado un montón de reformas educativas y no hay consenso en materia educativa. La educación es un proceso muy largo que necesita un esfuerzo sostenido y coherente en el tiempo, algo que no se ha producido. En otros países, como Finlandia, se ha hecho de esta forma y les ha funcionado mejor», explica este investigador.

El informe Panorama de la Educación de la OCDE advertía el mes pasado de que tenemos un alto porcentaje de adultos que no saben hacer cálculos matemáticos sencillos (el 31%, frente al 25% de media de la OCDE) o que no son capaces de entender un texto corto (el 32% frente al 27%) o que tienen bajo rendimiento en resolución de problemas (el 35% frente al 29%). El informe PIAAC añade que un universitario español tiene peor nivel (271 puntos en Lectura) que un bachiller de Finlandia (288), de Suecia (283), de los Países Bajos (274) o de Japón (274).

El informe de la Fundación BBVA y el Ivie recuerda que «el nivel de competencias de la población en edad de trabajar y la posición relativa respecto a otros países desarrollados cobran especial importancia en una economía globalizada como la actual».

Para mejorar, los autores proponen reducir el abandono escolar temprano (está en el 13%, su mínimo histórico) hasta ponerlo al nivel de otros países (la media de la UE es el 9,3%) a través de la «modernización» de los estudios de la Formación Profesional, algo que ya se está haciendo, pues esta modalidad de enseñanza tiene cada vez más demanda entre los jóvenes.

También llaman a elevar el listón en la selección de los profesores y mejorar la carrera de Magisterio, cuestiones que el Ministerio de Educación está negociando con los sindicatos educativos para reformar la profesión docente. Uno de los problemas es el perfil de los futuros maestros, que proceden del Bachillerato de letras porque no les gustan las Matemáticas -tampoco son muy aficionados a leer- y entran en la carrera con notas del instituto más bajas que los de otros grados.

El informe también menciona como un elemento importante el clima escolar, un día después de que el informe TALIS haya evidenciado que España es uno de los países de la UE con más problemas de disciplina en las aulas. Igualmente apela al «esfuerzo de los estudiantes» cuando la Lomloe o Ley Celaá, aprobada en 2020, ha fomentado un modelo de enseñanza donde se permite pasar de curso y obtener el título de la educación secundaria obligatoria sin límite de suspensos.


¿Y qué tal va tu país con respecto a la OCDE?
 
Pues los chilenos que son nuestros vecinos van bien arriba.
¿por casa cómo vamos? ¿mejor o peor que nuestros vecino?
Se supone que la liberalización educativa con una mayor oferta debería haber mejorado nuestra educación en todo sentido ¿oñó?
 
Mejorando. La Apolitica a sido un lastre pero poco a poco conforme mas gente cristiana entre a politica se centrara mas en innovar en las universidades.

Estamos en esa batalla

No te molestes, no lo hago con ánimo provocador, pero el término "cristiano" hay que cogerlo con pinzas cuando tú lo mencionas.

Dicho esto, os deseo sinceramente mucha suerte en cuanto a la política educativa en el Perú, ojalá que no derive en este cachondeo irrisorio de la "religión" woke que interviene en nuestras universidades, sobre todo en el ámbito de Humanidades, y que parece ser es a nivel global en este área del mundo que dieron en llamar "occidente".
 
Última edición:
@Xe que bo ¿qué opinas de este tema?
El sistema educativo español está dedicado hacia carrera de ciencias , esto perjudica otras áreas de la educación como pueda ser , humanidades y cultura general .
Para mí opinión es un horror que se deje de lado la cultura general y que los alumnos no sepan que cordillera es la más importante de América , que río es el más importante de África e incluso europa . Eso aisla a los alumnos de conocer aún que sea superficialmente , lugares , cultura de otros países y continentes .
 

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