Así es, hermanitos.
Elon Musk (dueño de Twitter "X", asesor y mascahuevos #1 de Trump) acaba de asesinar (virtualmente) a varios conservadores influyentes en su red social.
Está habiendo una purga sin precedentes en la cúpula de poder de Trump. Estamos viendo la versión moderna de "La noche de los cuchillos largos", pero los asesinatos son solo a las cuentas de Twitter.
¿La razón para esta guerra civil?
Lo que ocurre es que el día de ayer Elon Musk se quitó la careta y quedó como un globalista hijo de perra. Dijo que Estados Unidos seguirá importando esclavos indios (con las visas H-1B) para tener mano de obra barata.
Esto provocó el rechazo de todos los gringos que votaron por Trump por su promesa de que iba a deportar a los ilegales y que daría trabajo a sus nacionales. Luego Elon Musk, como dueño de X, empezó a censurar a todo conservador y nacionalista que tuiteara en contra de importar indios. Algunos eran influencers con mucha convocatoria como Laura Loomer.
Al final parece que Trump va a apoyar a Elon Musk y despedirá de su administración a los que se quejen de los venecos hindúes.
Ha estallado una guerra civil en el mundo Trump por las visas para trabajadores altamente calificados, con los nuevos aliados de la industria tecnológica del presidente electo, como Elon Musk y Vivek Ramaswamy, de un lado y la base antiinmigración MAGA del otro.
El enfrentamiento es un anticipo de los desafíos que enfrentará mantener unida la coalición de Trump mientras su administración ejecuta su política de inmigración, un tema que impulsó su victoria en 2024.
Pero aunque el presidente electo Trump ha prometido acabar con la inmigración ilegal en la frontera sur y comenzar un esfuerzo de deportación masiva, el último debate se refiere a los inmigrantes que están aquí legalmente, lo que expone un sentimiento antiinmigrante más amplio, a veces racista, en la derecha.
El debate fue provocado por Trump el domingo cuando anunció que iba a nombrar a Sriram Krishnan asesor de políticas de la Casa Blanca sobre inteligencia artificial. Krishnan fue rápidamente criticado por una publicación de noviembre en la que sugería cambios en la inmigración: “Cualquier cosa que elimine los límites por país para obtener tarjetas verdes o desbloquee la inmigración calificada sería enorme”.
La provocadora de extrema derecha Laura Loomer calificó los comentarios de “alarmantes” y acusó a Krishnan de apoyar que los extranjeros puedan “venir a Estados Unidos y ocupar puestos de trabajo que deberían darse a los estudiantes estadounidenses de STEM”.
Todavía ni asume Trump y ya rompió otra promesa de campaña, sumando a la anterior de seguir apoyando a Ucrania y a Israel en guerras ajenas, Trump cada vez queda más expuesto como una marioneta de los judens. Me lo río brutalmente por todos los que confían en los títeres de Judea.
No olvidar
Elon Musk (dueño de Twitter "X", asesor y mascahuevos #1 de Trump) acaba de asesinar (virtualmente) a varios conservadores influyentes en su red social.
Está habiendo una purga sin precedentes en la cúpula de poder de Trump. Estamos viendo la versión moderna de "La noche de los cuchillos largos", pero los asesinatos son solo a las cuentas de Twitter.

¿La razón para esta guerra civil?
Lo que ocurre es que el día de ayer Elon Musk se quitó la careta y quedó como un globalista hijo de perra. Dijo que Estados Unidos seguirá importando esclavos indios (con las visas H-1B) para tener mano de obra barata.
Esto provocó el rechazo de todos los gringos que votaron por Trump por su promesa de que iba a deportar a los ilegales y que daría trabajo a sus nacionales. Luego Elon Musk, como dueño de X, empezó a censurar a todo conservador y nacionalista que tuiteara en contra de importar indios. Algunos eran influencers con mucha convocatoria como Laura Loomer.


Al final parece que Trump va a apoyar a Elon Musk y despedirá de su administración a los que se quejen de los venecos hindúes.

Ha estallado una guerra civil en el mundo Trump por las visas para trabajadores altamente calificados, con los nuevos aliados de la industria tecnológica del presidente electo, como Elon Musk y Vivek Ramaswamy, de un lado y la base antiinmigración MAGA del otro.
El enfrentamiento es un anticipo de los desafíos que enfrentará mantener unida la coalición de Trump mientras su administración ejecuta su política de inmigración, un tema que impulsó su victoria en 2024.
Pero aunque el presidente electo Trump ha prometido acabar con la inmigración ilegal en la frontera sur y comenzar un esfuerzo de deportación masiva, el último debate se refiere a los inmigrantes que están aquí legalmente, lo que expone un sentimiento antiinmigrante más amplio, a veces racista, en la derecha.
El debate fue provocado por Trump el domingo cuando anunció que iba a nombrar a Sriram Krishnan asesor de políticas de la Casa Blanca sobre inteligencia artificial. Krishnan fue rápidamente criticado por una publicación de noviembre en la que sugería cambios en la inmigración: “Cualquier cosa que elimine los límites por país para obtener tarjetas verdes o desbloquee la inmigración calificada sería enorme”.
La provocadora de extrema derecha Laura Loomer calificó los comentarios de “alarmantes” y acusó a Krishnan de apoyar que los extranjeros puedan “venir a Estados Unidos y ocupar puestos de trabajo que deberían darse a los estudiantes estadounidenses de STEM”.
Todavía ni asume Trump y ya rompió otra promesa de campaña, sumando a la anterior de seguir apoyando a Ucrania y a Israel en guerras ajenas, Trump cada vez queda más expuesto como una marioneta de los judens. Me lo río brutalmente por todos los que confían en los títeres de Judea.
No olvidar