Una restauración de un cuadro de Vermeer revela un gigantesco cupido pintado en la pared del fondo

Dragonite

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El detalle fue añadido por otra persona tras la muerte del artista.

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A la izquierda, Muchacha leyendo una carta antes de su restauración. A la derecha, tras el procesod e renovación.Foto: Wolfgang Kreische / Gemäldegalerie Alte Meister - Staatliche Kunstsammlungen Dresden.

Johannes Vermeer pintó Muchacha leyendo una carta entre 1657 y 1659. La obra muestra a una joven leyendo una misiva frente a una ventana abierta y con una pared vacía de fondo, pero resulta que esa pared no estaba tan vacía. Una restauración del cuadro ha revelado por fin el dibujo oculto bajo ella.

En el cuadro recién restaurado se aprecia un segundo cuadro que muestra a Cupido. La existencia de la imagen se conocía desde que Annaliese Mayer-Meintschel analizó el cuadro mediante rayos-X en 1979. Los resultados de ese análisis se publicaron en 1982. Desde entonces, los historiadores supusieron que el cuadro de Cupido fue obra del propio Vermeer que, por algún motivo (quizá no le gustó la composición o el resultado final) decidió taparlo.

La restauración de la obra, iniciada en 2017, ha echado por tierra esa teoría. Un panel de expertos lleva analizando los pigmentos del cuadro desde 2017. Su conclusión es que el cuadro en la pared no lo pintó Vermeer, sino otro artista cuya identidad no se llegó a dar a conocer. Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que el Cupido se añadió en algún momento del siglo XVIII, mucho después de la muerte del artista holandés. Después, alguien decidió volverlo a tapar.

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Foto: Jürgen Lange / Gemäldegalerie Alte Meister - Staatliche Kunstsammlungen Dresden.

En 2018, el Museo de la ciudad de Dresde (Staatliche Kunstsammlungen Dresden o SKD) tomó la decisión de restaurar la pintura y recuperar el añadido. El proceso de restauración recayó en manos de Christoph Schölzel, conservador del museo. El cuadro ya puede verse en todo su esplendor en la pinacoteca de la ciudad alemana. Aparte de haber recuperado los colores vivos originales, Schölzel ha logrado devolver el protagonismo al cuadro, que muestra a Cupido con su arco y flechas y dos máscaras a sus pies.

La razón por la que los conservadores han decidido devolver el segundo cuadro dentro del primero es porque han interpretado que el extra añade un significado totalmente nuevo al cuadro. Stephan Koja, director de la Gemäldegalerie Alte Meister explica así el añadido en una nota de prensa publicada por el SKD:

Es en “Muchacha leyendo una carta” donde Vermeer descubre su propio estilo distintivo. Marca el comienzo de una serie de pinturas en las que los individuos, generalmente mujeres, se detienen durante una actividad para encontrar un momento de calma y para reflexionar. En esta serie, Vermeer examina cuestiones existenciales fundamentales, en particular en esta pieza. Restaurar el Cupido en el fondo nos muestra la verdadera intención del maestro. Más allá del contexto romántico superficial, hace una declaración fundamental sobre la naturaleza del amor verdadero. Hasta ahora, solo podíamos ver esto como un fragmento. Ahora sabemos el papel clave que juega en su obra.

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