Esta es la historia de la villana del patinaje en Estados Unidos que pagó para que le partieran la rodilla a su rival Nancy Kerrigan, con quien competiría en los Juegos Olímpicos de Lillehammer.
La polémica historia de Tonya Hardigans, la patinadora que se hizo conocida por su venganza.
DESGARRADOR. Las desgarradoras imágenes de la patinadora sobre hielo Nancy Kerrigan el 6 de enero de 1994, tras haber sido atacada en una de sus rodillas luego de una rutina de entrenamiento, dio la vuelta al mundo. El suceso generó conmoción en el deporte internacional porque se trataría de una venganza por su rival en la pista, Tonya Harding, a puertas de realizarse los Juegos Olímpicos de Lillehammer 1994.
“¿Por qué?, ¿por qué yo?”, gritaba Nancy una y otra vez mientras estaba tendida en el suelo agarrándose la pierna y siendo grabada por las cámaras de televisión. El momento quedó registrado también segundos después cuando su padre la alzaba en sus brazos y se la llevaba al más cercano centro médico para ser atendida de urgencia.
La estadounidense Tonya Harding sentenciaría de esta forma su carrera deportiva al ser percibida como una villana competidora llena de envidia y venganza con tal de aniquilar a sus rivales para triunfar sobre el hielo.
TONYA Y NANCY SE VIERON LAS CARAS
Los golpes que sufrió Nancy no fueron de gravedad lo que no la imposibilitó de competir en los Juegos Olímpicos de Lillehammer 1994, competencia en la que también Tonya estaba vigente tras un impresionable triple giro en el aire que la ayudó a clasificar.
Semanas después del escándalo internacional, ambas coincidieron y se vieron las caras al estar en el mismo equipo estadounidense de patinaje. Completamente recuperada Kerrigan realizó una extraordinaria presentación, mientras que a Harding se le notó aturdida por la presión ante la mirada indiferente del público.
La escena generó ser portada en todos los medios internacionales, esta repercusión fluyó aún más cuando Harding no rindió como esperaba y quedó en el octavo lugar. Mientras que Kerrigan sí logró llevarse la medalla de plata.
¿QUIÉN ATACÓ A NANCY KERRIGAN?
La investigación del ataque que sufrió la destacada patinadora Nancy Kerrigan reveló que los autores intelectuales fueron Jeff Gillooly, esposo en ese entonces de Tonya Harding, y su guardaespaldas Shawn Eckhardt. Mientras que Shane Stant golpeaba sin piedad a Nancy con un bastón de metal.
Harding suplicó al mundo entero que creyeran en ella cuando decía que no participó en el cruel ataque, sin embargo, su palabra fue puesta en tela de juicio debido a los hallazgos en la investigación judicial.
El 1 de febrero de 1995, su exexposo Gillooly se declaró culpable y reconoció que Tonya le había enviado a perpetrar la golpiza. Él además aceptó brindar su testimonio y delatar a los otros responsables tras un acuerdo con la Fiscalía.
“Cualquier disculpa que venga de mí suena falsa”, a pesar de estas declaraciones, Gillooly fue condenado solo a dos años de prisión tras una disculpa pública a Kerrigan. Stant y Derrick también fueron detenidos.
¿QUÉ PASÓ CON TONYA HARDING?
Por su parte, Harding se declaró culpable de obstrucción a la justicia tras la conspiración para impedir la investigación. Ella obtuvo tres años de libertad condicional, además de 500 horas de servicio comunitario y 100 mil dólares de multa.
Sin embargo, ahí no quedaba todo, pues se vio el eclipse de Tonya en el deporte internacional. La USFSA (US Figure Skating Asociation) decidió quitarle el título y suspenderla para siempre de participar en eventos como patinadora y entrenadora.
Tras una turbulenta historia, Tonya Harding intentó rehacer su vida lejos del patinaje. Ella se convirtió en boxeadora profesional, pero dejó el deporte por un problema respiratorio. Tras eso, intentó ‘sacarle el jugo’ a su polémica vida para ingresar a la televisión, pero el público nunca dejó de señalarla como villana.
OBAMA HABLÓ DE TONYA HARDING
El suceso quedó para la historia, tanto así que Barack Obama, durante su campaña presidencial en el 2008, se refirió a Tonya Harding y su ‘estrategia’ de ganar un juego. El entonces candidato aseguró que “No voy a hacer un Tonya Harding” y que además “No tengo ninguna intención de partir a ningún adversario con una barra de hierro para ganar”.
La historia paralizó a los Estados Unidos en 1994 y hasta entonces no ha podido ser olvidada en ninguno.
La polémica historia de Tonya Hardigans, la patinadora que se hizo conocida por su venganza.
DESGARRADOR. Las desgarradoras imágenes de la patinadora sobre hielo Nancy Kerrigan el 6 de enero de 1994, tras haber sido atacada en una de sus rodillas luego de una rutina de entrenamiento, dio la vuelta al mundo. El suceso generó conmoción en el deporte internacional porque se trataría de una venganza por su rival en la pista, Tonya Harding, a puertas de realizarse los Juegos Olímpicos de Lillehammer 1994.
“¿Por qué?, ¿por qué yo?”, gritaba Nancy una y otra vez mientras estaba tendida en el suelo agarrándose la pierna y siendo grabada por las cámaras de televisión. El momento quedó registrado también segundos después cuando su padre la alzaba en sus brazos y se la llevaba al más cercano centro médico para ser atendida de urgencia.
La estadounidense Tonya Harding sentenciaría de esta forma su carrera deportiva al ser percibida como una villana competidora llena de envidia y venganza con tal de aniquilar a sus rivales para triunfar sobre el hielo.
TONYA Y NANCY SE VIERON LAS CARAS
Los golpes que sufrió Nancy no fueron de gravedad lo que no la imposibilitó de competir en los Juegos Olímpicos de Lillehammer 1994, competencia en la que también Tonya estaba vigente tras un impresionable triple giro en el aire que la ayudó a clasificar.
Semanas después del escándalo internacional, ambas coincidieron y se vieron las caras al estar en el mismo equipo estadounidense de patinaje. Completamente recuperada Kerrigan realizó una extraordinaria presentación, mientras que a Harding se le notó aturdida por la presión ante la mirada indiferente del público.
La escena generó ser portada en todos los medios internacionales, esta repercusión fluyó aún más cuando Harding no rindió como esperaba y quedó en el octavo lugar. Mientras que Kerrigan sí logró llevarse la medalla de plata.
¿QUIÉN ATACÓ A NANCY KERRIGAN?
La investigación del ataque que sufrió la destacada patinadora Nancy Kerrigan reveló que los autores intelectuales fueron Jeff Gillooly, esposo en ese entonces de Tonya Harding, y su guardaespaldas Shawn Eckhardt. Mientras que Shane Stant golpeaba sin piedad a Nancy con un bastón de metal.
Harding suplicó al mundo entero que creyeran en ella cuando decía que no participó en el cruel ataque, sin embargo, su palabra fue puesta en tela de juicio debido a los hallazgos en la investigación judicial.
El 1 de febrero de 1995, su exexposo Gillooly se declaró culpable y reconoció que Tonya le había enviado a perpetrar la golpiza. Él además aceptó brindar su testimonio y delatar a los otros responsables tras un acuerdo con la Fiscalía.
“Cualquier disculpa que venga de mí suena falsa”, a pesar de estas declaraciones, Gillooly fue condenado solo a dos años de prisión tras una disculpa pública a Kerrigan. Stant y Derrick también fueron detenidos.
¿QUÉ PASÓ CON TONYA HARDING?
Por su parte, Harding se declaró culpable de obstrucción a la justicia tras la conspiración para impedir la investigación. Ella obtuvo tres años de libertad condicional, además de 500 horas de servicio comunitario y 100 mil dólares de multa.
Sin embargo, ahí no quedaba todo, pues se vio el eclipse de Tonya en el deporte internacional. La USFSA (US Figure Skating Asociation) decidió quitarle el título y suspenderla para siempre de participar en eventos como patinadora y entrenadora.
Tras una turbulenta historia, Tonya Harding intentó rehacer su vida lejos del patinaje. Ella se convirtió en boxeadora profesional, pero dejó el deporte por un problema respiratorio. Tras eso, intentó ‘sacarle el jugo’ a su polémica vida para ingresar a la televisión, pero el público nunca dejó de señalarla como villana.
OBAMA HABLÓ DE TONYA HARDING
El suceso quedó para la historia, tanto así que Barack Obama, durante su campaña presidencial en el 2008, se refirió a Tonya Harding y su ‘estrategia’ de ganar un juego. El entonces candidato aseguró que “No voy a hacer un Tonya Harding” y que además “No tengo ninguna intención de partir a ningún adversario con una barra de hierro para ganar”.
La historia paralizó a los Estados Unidos en 1994 y hasta entonces no ha podido ser olvidada en ninguno.
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