TúEscribeNomás Cuento 5: Ya nada se puede hacer

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Conchesumare, eso fue lo primero que se me vino a la mente cuando se me acercaron, me pidieron que me levantara y que los acompañara. Me lo seguí repitiendo mentalmente, como un mantra, mientras iba escoltado por ellos. También luego cuando me pidieron que me desvistiera. Esa sola palabra, como disco rayado.

Hubiera pagado por repetírselo en su cara pelada al conchesumare que me contrató, que me dijo que era fácil, que nadie se iba a dar cuenta, que sólo caían los cojudos que se ponen nerviosos, sudan y exorbitan sus ojos, delatándose ellos mismos, los muy huevones. Y yo, el más huevón de todos, por tragarme ese cuento.

Y fueron encontrando lo que buscaban, total, estaba pésimamente escondido. Lo fueron sacando uno a uno, registrando todo con una cámara, mientras iban recitando un monólogo, describiendo lo que hallaban. Después vino el interrogatorio, que cómo me llamaba, que quién me contactó y un largo etcétera. Yo iba respondiendo de forma desganada, todo me llegaba al pincho, sentía un cansancio infinito y una total abulia, conmigo no era la cosa, al menos así lo percibía en ese instante.

El pase es seguro, me había garantizado el flaco Quiroz. Te metes la coca por el culo en condones, te ayudaremos con eso, hasta puede que te guste. Se reía, me reía, luego lo mandaba a la mierda. Si lo hacía bien, en Madrid me esperaban veinte mil euros, además de un tour de tres meses por diez ciudades, todo pagado, incluso el polvo en el Barrio Rojo de Ámsterdam. Todos te tratarán como rey, me prometía y, yo, medio que empezaba a aflojar en mi determinación de negarme, podría ser, siempre quise conocer Europa, pero me acordaba lo peligroso que era y otra vez lo mandaba al carajo.

Y ahora, estoy aquí, respondiendo con síes y noes a mis interrogadores. Digo que respondo, pero mi boca es la que contesta. Mi cerebro sigue rezando el rosario de conchesumares dirigido expeditivamente al hijo de puta que me metió en esto.

Eso pensaba en ese momento. Más tarde, me di cuenta que me estaba mentando la madre a mí mismo, pues en cierta forma, era ella quien tenía la culpa, sí, ella, aunque suene absurdo, que quería que su hijo único fuese doctor y que me lo repetía desde el nido, como un disco rayado, así como yo me acordaba de ella una y otra vez, mientras me interrogaban y revisaban hasta el duodeno.

Le había dicho no al flaco Quiroz, esa vez y otras que nos encontramos, por casualidad o no, chupando en el Yacana, el Mirador o cualquier otro hueco subte de la Plaza San Martín. El cojudo, terco como una mula, no paraba de insistir. Le preguntaba que por qué no se conseguía otro huevón, me contestaba que un estudiante de medicina siempre despierta menos sospechas, tenemos fama de formalitos, de ser la facultad que hace menos huelgas en la Decana de América.

Y le seguí diciendo no, hasta casi el final, como seguí ignorando que las cosas anduvieran mal. Luego ya fue demasiado tarde, cuando acepté la realidad y fui a buscarlo para decirle que atracaba, me dijo, piña, cuñao, ya otro futuro matasanos se fue a las Europas, mientras me mostraba en su celular las fotos del afortunado en su tour por las diez ciudades. Por eso fue que tuve que aceptar la otra oferta, la del gordo Contreras, no ya de veinte mil euros, sino de veinte mil soles, igual, era algo de la plata que tanto necesitaba.

El chiste era así: el gordo Contreras me dijo que cobraba cuarenta mil soles para suplantar a un postulante a medicina. Como yo corría el mayor riesgo, me llevaba la mitad. Le contesté que bacán pero, como ya habían pasado tres años desde que ingresé (en primer puesto en cómputo general) no recordaba la totalidad de los veintitantos cursos necesarios para el examen de admisión, y ya se sabe que para medicina hay que saber de todo. Me respondió que no había problema, que para eso me pondrían en la ropa y oídos unos dispositivos electrónicos, para que ellos desde afuera me ayuden con las cosas que no supiera y, como ya mencioné al comienzo, que sólo los nerviosos caían y que todo saldría bien.

Como se podrán dar cuenta, todo salió mal y no es verdad que caen únicamente los que se paltean. Yo estaba tranquilo por lo que, pensando mal, alguien sopló para que cayera y otros pasaran piola. No lo sé (de todos modos, por si acaso, gordo Contreras, conchetumare). Fui un cojudo para pensar que sólo uno pagaba sus cuarenta palos para ingresar a San Fernando. Debieron ser muchos más.

Pensándolo bien, lo mejor hubiera sido seguir con el plan B de los abortos, aunque por desgracia no pagan tanto las chibolas. Si bien salía gratis el uso de los quirófanos de la facultad, tendría que haber practicado como mínimo unos cuarenta para sacar lo mismo que me ofrecía el gordo Contreras. Lástima que, a días de empezar, a unos compañeros los agarraron con las manos en la masa y los expulsaron. El plan se fue a la mierda (debí verlo como una premonición) pero ahí estaba el gordo para ofrecerme el suyo y no quería perder el tren, como con el flaco Quiroz.

En fin, ahora soy yo quien se va a la mierda, pero como dije, me llegaba al pincho. Ya nada se puede hacer, me condenarán por estafa, unos diez años, aunque con buen comportamiento sales en cinco, me dice el abogado que contrató mi viejo. Luego entra él a la sala de visitas, espera que el leguleyo se vaya y me vuelve a repetir que ya nada se puede hacer, sí, pero con respecto a la extraña enfermedad de mi madre, la misma a quien desatinadamente le echaba la culpa de esta cojudez. Ha avanzado demasiado rápido su dolencia y el costoso tratamiento en el extranjero, que pensaba financiar en parte con la plata del examen, ya no surtiría efecto.

Jode estudiar medicina y no poder hace nada por quien más quieres. El tratamiento en Gringolandia es tan pero tan raro y caro que mis profesores no pueden o no quieren ayudarme. Me desespero y decido aceptarle al flaco Quiroz, pero es demasiado tarde, luego no sale lo de los abortos y atraco con lo del gordo Contreras.

Meses después, me avisan en la cárcel de su fallecimiento, duele no haber podido estar ahí. Lo más absurdo es que, cuando me lo dijeron, lo primero que se me vino a la mente no fue una mentada de madre, como de costumbre, sino lo que le habría dicho si me hubiera manifestado su decepción: vieja, al menos no estoy aquí por terruco…
 

Los conchasumares iniciales hicieron decaer el relato muy pronto. Injustificados. Buscando sonoridad de una manera muy simple.
Otro punto en contra es que se dedique a hablar sobre entregar droga primero, hasta pasado la mitad del relato, para luego cambiar a otro tema como lo es la suplantación de identidad en un examen. Es decir, ¿dos tópicos en un solo relato de mil palabras? Mal jugado. Y el remate, absurdo. Vieja, al menos no estoy aquí por terruco... De las peores frases de cierre que he leído, y fuera de contexto. Ya que no va con la línea del relato.

Pero a pesar de todo, no tiene errores graves de redacción y cuenta cosas. Rescato eso. El que cuente cosas. Ya que los lectores buscamos leer cosas y entretenernos. Y hay algo ahí.

No le pondré la mínima, ya que al menos intentó contarnos algo.

Puntaje : 2.
 
Esa palabreja inicial casi me hace dejar el relato ipso facto, pero decidí darle una oportunidad. Y me di cuenta de que las lisuras eran repetidas, ¿por qué? ¿Qué busca el autor con esto? Ponerle palabrotas no va a darle peso a su historia, ni a que el lector disfrute más el relato, pero si un buen argumento. Ése para mí fue un fallo que le restó calidad. Está, pese a todo, bien escrito, sin errores muy graves, así que se deja leer.
Puntaje: 4.
 
Entiendo que el autor talvez haya buscado presentar a su personaje como chabacano a través del uso de un lenguaje vulgar ; pero incluso para una persona acostumbrada a usar ese tipo de lenguaje, el abuso de palabrotas es muy exagerado y hacen que sea más difícil tomarse enserio la historia.

Tuve una ligera confusión al momento en que paso de hablar del tráfico de drogas a la suplantación de identidad , por lo que retrocedí un poco porque pensé que había perdido el hilo de la historia, y eso es un punto que se debe mejorar.

La trama me resultó entretenida, aunque no me apareció tan atrapante porque el conflicto no se desarrollo tan bien y solo el protagonista recibe un desarrollo consistente, mientras que los demás son sólo mencionados de manera superficial y poco más.

Puntaje : 3
 
Esta historia me llegó a interesar lo que me interesa un partido de equipos europeos... Osea no me llamó la atención nada.

Puedo decir que me agradan las lisuras jejeje. Que era triste. Que estas cosas pasan. Que todo el que se hace una herida le duele.

Puntos: 1
 
Nuuuuu.....hermanito, ibas bien....tamare, causa. :plop:

Buen comienzo pero me hizo ruido como sacó la subtrama del gordo Contreras. Afectó el ritmo de la primera historia. Luego vuelve y todo se hace confuso. Igual le reconozco su pluma-pluma-pluma gay para construir escenarios y emociones, que ya es todo un mérito con estos participantes.

Puntaje: 5
 
En términos formales, no le encuentro mayores problemas, por ahí algún salto brusco en los tiempos, pero nada serio.

El uso de lisuras no me parece fuera de lugar, al tratarse de un sujeto que juega cerca de la ilegalidad, basta ver sus juntas: un narcotraficante, un estafador y unos aborteros. Además, quién no pega una mentada de madre para sus adentros cuando algo le sale mal. Pocos exclamarán: "¡Oh, musas, vengan en mi auxilio para soliviantar mi ira nefasta!":gigggle:

Lo que sí cansa es la escasa creatividad. Ya mucho malditismo en la literatura peruana, medio aburrido leer por doquier historias de pendejitos de cuadra. Por otra parte, el tema de darle un giro a la historia aportó algo, pero no convencen del todo. Quizás el autor debió suprimir lo de los abortos pues aporta poco a la narración.

Por lo analizado, mi puntaje es 7.
 
La presentación no es la mejor, y el argumento no es lo más novedoso. A pesar de ello, sigue siendo lo mejor de este concurso debido a su complejidad. El narrador protagonista y su muy adversa situación suscitan posteriores reflexiones con respecto a la ambición y a los estúpidos riesgos que algunos pueden tomar. La última línea me causó algo de gracia.


Puntaje: 3,12.
 
De todas las historias ésta mantuvo mi atención de comienzo a final. Sin embargo, hubieron unos cuantos errores. Uno de ellos es el uso frecuente de lisuras innecesarias. El personaje es un universitario, es cierto que muchos universitarios son vulgarones, ignorantes y hablan peor que una persona faite con estudios secundarios inconclusos, sin embargo hubiera quedado mejor no repetir las lisuras. De pronto una o dos, pero no demasiadas porque le quitan interés a la historia.

Desde el comienzo hasta el medio, la historia fluía sin problemas pero luego con la mención del aborto como que la historia se fue por las ramas un poco. Al ser una historia corta, agregar más detalles no la hacen más interesante. Igual, es una buena historia y me encantaría leer más cuentos de éste autor en el futuro ji, ji, ji.

8/10
 
Es figuretti ese señor. Exclúyelo de potcast de esta noche. Sácalo.
Por favor, PUdrencio, cállese! No sea majadero, no me haga hablar cosas que, por decoro y por respeto a este apartado de ejercicios literarios, prefiero obviar.

Si quiere dársela de graciosito, allí lo espera Chit Chat con su amigo el Galón, que, según usted es muy valiente.

Se le quiere mucho. Saluditos.
 
  • Haha
Reacciones : DRE
Por favor, PUdrencio, cállese! No sea majadero, no me haga hablar cosas que, por decoro y por respeto a este apartado de ejercicios literarios, prefiero obviar.

Si quiere dársela de graciosito, allí lo espera Chit Chat con su amigo el Galón, que, según usted es muy valiente.
Miente ustec, señar. Es de boca ligera. Difamar le es sencillo. Si quiere arreglar las cosas, lo espero a medianoche con sus padrinos en el canal de DRE, que salimos en vivo para que los que gusten de preguntarnos o insultarlo lo hagan con confianza, sañar pajaroperro. :cigarro:
 
"Galón es el tipo más valiente de Forosperu.club, eso se debe reconocer".

Prudencio.

Frase inmortal.

Ja, ja, ja, ja, paltaza. Solo diré: “dime a quién adoras y defiendes y te diré la calidad de persona que eres”.
:fast_meow_party:
#braunnomiente #lospecadosdetusamigossisonlostuyos #miamigotablon
 
Muy buen cuento. Bastante 'peruano'. Hay talento en estos eventos, gente que se atreve a hacer cosas diferentes. De ahí sigo escarbando en esta zona.
 

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