En el capitalismo se produce con arreglo al lucro y no para satisfacer las necesidades, por eso hay sobreoferta generalizada de mercancias.
En este articulo de Hardwaresfera abordan el tema de los 10 mayores fracasos en ventas de videoconsolas:
La hsitoria está llena de ganadores y perdedores. Hoy recordamos a esas consolas que están en la lista de mayores perdedores de la historia.
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Hubo mil y una razones que contribuyeron a que esas consolas fracasaran en el mercado pero aquí lo importante es destacar que las videoconsolas no son un articulo de primera necesidad, en primer lugar, y que el fracaso en ventas conllevó a que se pierdan miles puestos de empleos.
Osea que el capitalismo no sólo es culpable del derroche de recursos (la materia prima y el financiamiento para aquellas consolas pudieron destinarse a otros sectores mucho mucho más importantes) sino que es culpable de que decenas de miles de profesionales cualificados y operarios manuales perdieran sus trabajos.
Más de la mitad de productos que hay en Amazon son superfluos y no son necesarios para garantizar una vida decente.
Otro cosa a tomar en cuenta es que esa cifra que citas engloba muchos productos iguales pero bajo distintas marcas, lo que acentua el inventario.
Sobre el comite de planificación, ya te dijen son humanos como nosotros y tienen las mismas necesidades, además de que cuentan con datos e informes proporcionados por distintos departamentos e organos estatales y hasta paraestatales que les permite una óptima planificación.
En el socialismo no hay despilfarro de recursos materiales/económicos, y dado que no hay competencia entre empresas, nadie pierde sus puestos de trabajo ni su estabilidad laboral por cuanto es un derecho garantizado por el estado socialista.
En el socialismo no hay ganadores y perdedores, clases parasitarias que viven a expensas de una mayoria explotada. Bajo el socialismo todos ganan.
Tal es así que inclusive cuando el traidor de Gorbachov amplió le número de diputados independientes en el parlamento soviético, el pueblo seguia votando abrumadoramente al partido comunista.
Tal es así que en el referendum sobre la preservación de la URSS, una mayoria del 77% votó a favor de la preservación frente a un porcentaje miserable del 22% que voto a favor de la disolución.
La disolución de la URSS fue impulsada desde arriba.