En total se han incorporado 4381 cambios entre palabras, expresiones y variaciones en nuestro diccionario.
Los tiempos cambian y la forma en que nos comunicamos también, esto debido a nuevos inventos, la globalización, o nuevas definiciones. Todo cambia y nuestra lengua no es ajena a las variaciones que muchas veces provienen de las redes sociales.
El director de la Real Academia Española (RAE), Santiago Muñoz Machado, ha destacado la inclusión de nuevas acepciones como crack, en cursiva, para designar a la persona que destaca extraordinariamente en algo; o tóxico, de la acepción como influencia nociva o perniciosa sobre alguien.
En el ámbito de la tecnología resalta la palabra videoarbitraje y su acrónimo VAR, como “sistema de vídeo empleado como ayuda al árbitro, que permite volver a ver una jugada que acaba de ocurrir”. Además, se agregan numerosas voces relacionadas con internet y las redes sociales, como pixelar (con sus derivados, pixelación y pixelado), que es “alterar una imagen, haciendo que se vea en píxeles grandes poco nítidos; banner(en cursiva, como mensaje publicitario en una web), big data (aunque se prefiere macrodatos) y cookie (pequeño archivo de texto enviado por un sitio web y almacenado en el navegador del usuario, cuyas preferencias captura).
El ámbito de la sexualidad añade los términos no binario y disforia de género. El primero es, dicho de una persona, aquella que no percibe su identidad de género en términos binarios de hombre o mujer. El segundo, procedente de la psiquiatría, es la angustia o malestar persistente en una persona causados por la falta de correspondencia entre su sexo biológico y su identidad de género. También el despectivo y coloquial machirulo (o machirula): persona, especialmente un hombre, que exhibe una actitud machista (aunque aún no está señoro). Y sexting, envío o intercambio de imágenes o mensajes de texto con un contenido sexual explícito a través de un dispositivo electrónico.
De la música llegan los términos chundachunda —música fuerte y machacona— y perreo —baile que se ejecuta a ritmo de reguetón, con eróticos movimientos de caderas, y en el que, cuando se baila por parejas, el hombre se coloca habitualmente detrás de la mujer con los cuerpos muy juntos—.
De la política y las ciencias sociales se han modificado acepciones, como estado de sitio o intervencionismo, y se han incorporado de los tiempos actuales neoconservador, que remite a neoconservadurismo: ideología política y económica de tendencia conservadora, surgida en Estados Unidos en la década de 1980, que propugna el capitalismo de libre mercado. Igualmente, sinhogarismo, que es la circunstancia de la persona que carece de hogar donde vivir.
Cómo no olvidar la palabra ‘covidiota’, admitida por la RAE durante la pandemia.
El dato:
El director de la RAE ha anunciado que a partir de enero la académica Dolores Corbella será la nueva directora del Diccionario, en sustitución de Paz Battaner.
Los tiempos cambian y la forma en que nos comunicamos también, esto debido a nuevos inventos, la globalización, o nuevas definiciones. Todo cambia y nuestra lengua no es ajena a las variaciones que muchas veces provienen de las redes sociales.
El director de la Real Academia Española (RAE), Santiago Muñoz Machado, ha destacado la inclusión de nuevas acepciones como crack, en cursiva, para designar a la persona que destaca extraordinariamente en algo; o tóxico, de la acepción como influencia nociva o perniciosa sobre alguien.
En el ámbito de la tecnología resalta la palabra videoarbitraje y su acrónimo VAR, como “sistema de vídeo empleado como ayuda al árbitro, que permite volver a ver una jugada que acaba de ocurrir”. Además, se agregan numerosas voces relacionadas con internet y las redes sociales, como pixelar (con sus derivados, pixelación y pixelado), que es “alterar una imagen, haciendo que se vea en píxeles grandes poco nítidos; banner(en cursiva, como mensaje publicitario en una web), big data (aunque se prefiere macrodatos) y cookie (pequeño archivo de texto enviado por un sitio web y almacenado en el navegador del usuario, cuyas preferencias captura).
El ámbito de la sexualidad añade los términos no binario y disforia de género. El primero es, dicho de una persona, aquella que no percibe su identidad de género en términos binarios de hombre o mujer. El segundo, procedente de la psiquiatría, es la angustia o malestar persistente en una persona causados por la falta de correspondencia entre su sexo biológico y su identidad de género. También el despectivo y coloquial machirulo (o machirula): persona, especialmente un hombre, que exhibe una actitud machista (aunque aún no está señoro). Y sexting, envío o intercambio de imágenes o mensajes de texto con un contenido sexual explícito a través de un dispositivo electrónico.
De la música llegan los términos chundachunda —música fuerte y machacona— y perreo —baile que se ejecuta a ritmo de reguetón, con eróticos movimientos de caderas, y en el que, cuando se baila por parejas, el hombre se coloca habitualmente detrás de la mujer con los cuerpos muy juntos—.
De la política y las ciencias sociales se han modificado acepciones, como estado de sitio o intervencionismo, y se han incorporado de los tiempos actuales neoconservador, que remite a neoconservadurismo: ideología política y económica de tendencia conservadora, surgida en Estados Unidos en la década de 1980, que propugna el capitalismo de libre mercado. Igualmente, sinhogarismo, que es la circunstancia de la persona que carece de hogar donde vivir.
Cómo no olvidar la palabra ‘covidiota’, admitida por la RAE durante la pandemia.
El dato:
El director de la RAE ha anunciado que a partir de enero la académica Dolores Corbella será la nueva directora del Diccionario, en sustitución de Paz Battaner.