El prostíbulo se caracterizaba por ofrecer sensuales shows y la disposición libre de trabajadoras sexuales para cada cliente que asistía a su local cerca de la av. Argentina.
Conoce más detalles sobre el prostíbulo limeño. Foto: Composición LR/Las Cucardas
Entre las calles de la zona industrial de la Av. Argentina, se encuentra el local de “Las Cucardas”, uno de los prostíbulos más conocidos de Lima. Fue fundado en 1973 y desde la década de los noventa es dirigido por Víctor Hugo Shimabukuro Nakajima, descendiente de japoneses.
Debido a la pandemia del coronavirus, como muchos de los negocios, este lugar tuvo que cerrar. Conoce aquí más detalles de qué es lo que pasó con Las Cucardas y sobre cómo funcionaba antes de la expansión de la COVID-19.
¿Cómo funcionaba Las Cucardas?
Antes de que Shimabukuro se alejara de las cámaras, ofreció algunos reportajes para “Día D” y “Al sexto día”, en los que se veía qué tipo de servicios ofrecían las trabajadoras, y sus grandes y sensuales shows. En ambos reportajes, ‘Toño’, como le llamaban, no dudaba en mostrar su personalidad y de lo que se trataba su negocio, ya que era legal.
En el Perú, el trabajo sexual no es un delito, pero sí el proxenetismo; es decir, obtener dinero a través de la explotación sexual, como lo comenta en un artículo Hugo Muller Solón, coronel de la Policía Nacional del Perú (R) y abogado penalista. Las Cucardas alega que solo obtiene ganancia de las ventas del bar, la entrada y la renta las habitaciones de las mujeres que trabajan ahí.
A diferencia de la explotación sexual y la trata de personas, en Las Cucardas cada trabajadora alquila sus servicios sexuales por decisión propia. Según un informe de DLatitudes del 2017, una trabajadora sexual podía ganar por turno (ya sea mañana o noche) entre 900 a 1.200 soles. Cada una atendía a 15 clientes en promedio y la tarifa básica de 80 soles por 20 minutos no incluye sexo sin protección ni pedidos “especiales”.
¿Qué pasó con Las Cucardas?
Como todos los negocios, Las Cucardas tuvo que cerrar por la pandemia de la COVID-19 y hasta el momento no ha reportado una apertura oficial de su local ubicado en el Cercado de Lima. En febrero de este año, mediante su canal oficial de Telegram, emitió el siguiente comunicado:
“Apreciables usuarios, dar una respuesta en este momento sobre la reapertura o cierre definitivo sería precipitado e irresponsable. Lo que menos queremos es generar falsas expectativas sobre nuestra continuidad. El tema de la reapertura implica muchas cosas, desde los nuevos protocolos hasta la remodelación estructural del propio local, y, como es de su conocimiento, nuestra prioridad es ofrecerles los servicios con los estándares de calidad y sobre todo mantener la LEGALIDAD por la seguridad de nuestros clientes, tal como lo veníamos haciendo en los más de 50 años de vida institucional. Esperamos su comprensión”.
Cucardas Telegram
larepublica.pe

Conoce más detalles sobre el prostíbulo limeño. Foto: Composición LR/Las Cucardas
Entre las calles de la zona industrial de la Av. Argentina, se encuentra el local de “Las Cucardas”, uno de los prostíbulos más conocidos de Lima. Fue fundado en 1973 y desde la década de los noventa es dirigido por Víctor Hugo Shimabukuro Nakajima, descendiente de japoneses.
Debido a la pandemia del coronavirus, como muchos de los negocios, este lugar tuvo que cerrar. Conoce aquí más detalles de qué es lo que pasó con Las Cucardas y sobre cómo funcionaba antes de la expansión de la COVID-19.
¿Cómo funcionaba Las Cucardas?
Antes de que Shimabukuro se alejara de las cámaras, ofreció algunos reportajes para “Día D” y “Al sexto día”, en los que se veía qué tipo de servicios ofrecían las trabajadoras, y sus grandes y sensuales shows. En ambos reportajes, ‘Toño’, como le llamaban, no dudaba en mostrar su personalidad y de lo que se trataba su negocio, ya que era legal.
En el Perú, el trabajo sexual no es un delito, pero sí el proxenetismo; es decir, obtener dinero a través de la explotación sexual, como lo comenta en un artículo Hugo Muller Solón, coronel de la Policía Nacional del Perú (R) y abogado penalista. Las Cucardas alega que solo obtiene ganancia de las ventas del bar, la entrada y la renta las habitaciones de las mujeres que trabajan ahí.
A diferencia de la explotación sexual y la trata de personas, en Las Cucardas cada trabajadora alquila sus servicios sexuales por decisión propia. Según un informe de DLatitudes del 2017, una trabajadora sexual podía ganar por turno (ya sea mañana o noche) entre 900 a 1.200 soles. Cada una atendía a 15 clientes en promedio y la tarifa básica de 80 soles por 20 minutos no incluye sexo sin protección ni pedidos “especiales”.
¿Qué pasó con Las Cucardas?
Como todos los negocios, Las Cucardas tuvo que cerrar por la pandemia de la COVID-19 y hasta el momento no ha reportado una apertura oficial de su local ubicado en el Cercado de Lima. En febrero de este año, mediante su canal oficial de Telegram, emitió el siguiente comunicado:
“Apreciables usuarios, dar una respuesta en este momento sobre la reapertura o cierre definitivo sería precipitado e irresponsable. Lo que menos queremos es generar falsas expectativas sobre nuestra continuidad. El tema de la reapertura implica muchas cosas, desde los nuevos protocolos hasta la remodelación estructural del propio local, y, como es de su conocimiento, nuestra prioridad es ofrecerles los servicios con los estándares de calidad y sobre todo mantener la LEGALIDAD por la seguridad de nuestros clientes, tal como lo veníamos haciendo en los más de 50 años de vida institucional. Esperamos su comprensión”.

Cucardas Telegram

Las Cucardas: ¿qué pasó con el prostíbulo más famoso de Lima?
Este lugar se caracterizaba por ofrecer sensuales shows y servicio de trabajadoras sexuales. ¿Qué sucedió con él? Revisa todos los detalles.
