luferman666
Miembro diamante
Lo que se auguraba como una velada nocturna de ensueño terminó en un absoluto desastre. Debo reconocer que fue mi culpa, no debí hacerle una escena de celos a Fiorella solo porque el mozo que nos atendió en el restaurante fuese tan solícito, también bastante apuesto, y porque ella le agradeciera sonriente y radiante cuando sirvió el vino en su copa. Reconozco que fui un reverendo idiota cuando ella me empezó a hablar del futuro, cuando estuviéramos casados, y yo solo atiné a decirle que muy probablemente la terminaría engañando. Mientras camino solo bajo la lluvia, recuerdo sus palabras antes de irse: "debería arrojarte esta copa y salir corriendo, pero sé que tú no me seguirías y dejarías que me largue". No se equivocaba, el orgullo me lo impidió.
Triángulo - Amor - Bizarro
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