Si la gente tiene trabajo decente, donde los respeten como personas, pues los movimientos terroristas no podrían reclutar gente.
El terrorismo islámico también capta gente del descontento de muchos jóvenes marginados y discriminados.
Lo que la gente más valora es el respeto, que se les respete y no se les atropelle en sus derechos básicos.
Hay que ver en las circunstancias en que Abimael surgió.
Perú era un país muy pobre, con mucha gente descontenta, marginada, y menospreciada por la clase dirigente (política, económica y mediática).
En esa década y en las previas se vivía una guerra fría en el mundo, entre dos potencias que luchaban entre sí por imponerse en otros países ideológicamente.
La juventud y los adultos habían crecido en este ambiente recibiendo propaganda de ambos lados.
Abimael creyó que la doctrina de la propaganda comunista maoísta era la solución para todos los problemas y que había que llevarla al extremo.
No era una persona empática, no valoraba al ser humano más que como instrumentos, y según como trató a la población andina se nota que era racista. Creía que todas las soluciones tenían que venir de ideas extranjeras, ignorando la realidad nacional del Perú, y que Mao ya tenía la receta secreta.
En 1980 se salía de una época de dictadura militar y se entraba a una democracia aún con mucha incertidumbre.
La democracia era algo frágil.
Belaunde desconfiaba de las fuerzas militares y policiales. Tenía miedo que le vuelvan a hacer golpe de Estado. Por eso no las quiso usar en un primer momento.
Luego cuando las usó, mandó a la Marina (costeños que no hablaban quechua, eran racistas y no conocían la zona ni la cultura andina), que usó una estrategia violenta de guerra contra la propia población. Es decir la Marina hizo justamente lo que Abimael quería que hicieran.
Con lo que el inicial rechazo de la población contra Sendero, cambió y la población también tenía miedo del gobierno. Con lo que Abimael pudo reclutar más jóvenes con promesas vacías.
No se usó eficientemente a la policía de investigación desde un primer momento. Cuando a las organizaciones terroristas así es como se las vence. Y eso se probó con el trabajo del GEIN años después y en otros casos alrededor del mundo.
Atacar militarmente directamente a un grupo terrorista es como querer matar mosquitos con una escopeta. No da resultados.
Ahora ¿qué hacer para que no haya un nuevo Abimael? Pues personas fanáticas de alguna ideología o religión siempre surgirán, porque gente psicópata o con malos sentimientos siempre habrá. Pero no todos forman sectas o grupos terroristas. Y aún cuando quieran no es fácil formar un grupo así. Y aún formando un grupo, otra cosa es llevar acabo acciones terroristas y que no los encarcelen a la primera.
En EEUU también hubo tres terroristas de extrema derecha que hicieron el atentado terrorista que destruyó un hospital de Oklahoma en 1995 matando a 168 personas. Pero esos terroristas no pasaron de eso. Fueron encarcelados después de ese atentado.
La situación de un país debe ser muy inestable para que grupos terroristas crezcan y el Estado tiene que ser débil para no poder capturar a estos terroristas cuando empiezan. En EEUU al tener estabilidad pues aunque surjan terroristas no reclutan mucha gente o no pasan del primer atentado. En el Perú las condiciones favorecieron el reclutamiento de más gente por el grupo terrorista y como el Estado era débil no supo frenarlos al inicio.
Abimael tuvo a su favor las circunstancias mundiales y nacionales. Por la guerra fría y la débil e incipiente democracia.
Después las mismas circunstancias cambiaron.
Cuando acabó la guerra fría, la juventud vió como la URSS se disolvía y los países comunistas renunciaban al comunismo, se desencantaron y abandonaron las ideas de apoyar grupos que creían en la lucha armada. Y por otro lado el Estado dejó de actuar tan torpemente. A fines de los 80s ya se retiró a la Marina y se empezó a usar al Ejército (que tenía integrantes que entendían mejor la cultura andina y se aliaron de forma más eficiente con la población local), además se armó a los ronderos que fueron la primera línea de defensa contra los terroristas. Ellos al conocer la zona y hablar quechua pudieron vencer a la fuerza miliciana terrorista en el campo. Y el final hubo por fin una unidad policial de investigación que al final fue la que descubrió quiénes eran los dirigentes principales de Sendero, capturando a varios y finalmente capturó a Abimael, con lo que la organización quedó decapitada.
Pero todo este proceso costó millones de dólares y miles de vidas humanas.
Mejor es prevenir que curar. Así que lo mejor es solucionar las causas raíces que generan descontento en la población para que no haya juventud que se una a grupos criminales.
Y la juventud solo quiere como mínimo trabajo y respeto. Se debe buscar la mano de generar trabajo y defender los derechos de todas las personas.
El gobierno debería encargarse de fomentar la inversión y la creación de empleo. Mejorar la educación ya que las empresas necesitan gente preparada.
Y hacer campaña contra la discriminación lingüística, la discriminación por género, por origen, el racismo, la violencia familiar, etc. Y sancionar a quienes causen estos males, no permitir que continuen estas situaciones de abuso que terminan por generar descontento en la población.
Además de crear un marco legal en que se proteja al trabajador y al empresario. Se formalice a la mayor parte de las empresas y así se pueda asegurar que brinden los derechos correspondientes a sus trabajadores. En muchos países esto es algo normal. Pero acá ningún gobierno se ha dado en resolver la enorme informalidad que hay y que genera tantos problemas.