Hay una historia de Buda al respecto.
Buda estaba sentado meditando una mañana y su discípulo Ananda estaba cerca de él. En eso llega un hombre muy creyente en los dioses y se postra ante Buda y le dice así: Maestro yo soy un hombre muy creyente y cumplo con todos los rituales, quiero que me confirmes ¿Existe Dios o no existe?
Buda le respondió: Estas perdiendo tu tiempo. No hay Dios. Nunca existió.
El hombre, que conocía la reputación de sabio de Buda se retira perturbado por su respuesta.
En la tarde, se aparece otro hombre y se postra ante Buda mientras Ananda observa y le dice: Maestro, siempre he descreído de los dioses, pienso que son un engaño, tú dime ¿Estoy en lo correcto? Buda le respondió: Dios existe, él lo es todo y nada hay sin él. El tipo se fue confundido y perturbado al oír la respuesta de Buda.
Ya en la noche, Ananda se postró ante Buda y le preguntó: Maestro, estoy confundido, en la mañana le dijiste a un hombre que Dios no existe y por la tarde le dijiste a otro hombre que Dios si existe. No entiendo, explícame por favor.
Buda le respondió: Cada una de esas respuestas iba dirigida a cada hombre en particular. Tu no tenías porque escuchar esas respuestas. Pero si esas respuestas te han perturbado, esa es la respuesta para tí.