Por ejemplo, conozco gente que se dedica a asesorías legales, contables y tributarias y aunque no les va mal, siempre me comentan que es bien complicado mantenerse con plata en el bolsillo, ya que es yuca encontrar clientes, pues ellos mismos tienen que ir a tocar las puertas a las empresas. Por eso es que en su mayoría prefieren ser contratados o ingresar a la planilla de una empresa, asegurándose un esclavismo bárbaro. En cambio, en carreras más técnicas, la cosa cambia: las empresas te tocan las puertas a ti. Una vez por ejemplo conocí a un señor ingeniero que se dedicaba a realizar instalaciones especializadas en empresas industriales, como de maquinarias importadas de esas que nadie instala por miedo o desconocimiento.